Después del pedido de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que hizo el lunes el fiscal del juicio de la Obra Pública, Diego Luciani, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner respondió desde el Senado las acusaciones en su contra en una transmisión vía streaming titulada «Derecho de defensa».

Es que los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 rechazaron su pedido, que presentó por medio de su abogado Carlos Beraldi, para ampliar su indagatoria. De esa manera, respondió los principales puntos de la acusación de Luciani, quien concluyó en su etapa de alegatos que la vice y actual titular del Senado fue la jefa de una asociación ilícita destinada a favorecer con contratos de obras públicas al empresario Lázaro Báez.

Entre las pruebas que presentó, se valió de un total de 9 mil páginas de mensajes del ex secretario de Obras Públicas, José López, donde se constataba su relación con el empresario Nicolás «Nicky» Caputo. Además, dijo que el juicio es «contra el peronismo» y cuestionó los criterios de Luciani y Sergio Mola. Esas mismas páginas fueron presentadas como prueba por parte de los fiscales.

La vicepresidenta comenzó hablando de su derecho a la defensa – que tiene tiempos procesales estipulados – “de la misma manera que los fiscales pudieron leer su guion durante nueve jornadas”. “La sentencia ya está escrita, como dije en alguna oportunidad”, cuestionó.

“La primera resolución de Javier Iguacel en Vialidad es ordenar una auditoria en Santa Cruz, y presenta la denuncia ante Ercolini y (el fiscal Gerardo) Pollicita”, alegó sobre el actual intendente de General Sarmiento que fue funcionario en el macrismo. Al comenzar su alocución, había manifestado que el juez Julián Ercolini se había declarado incompetente en una denuncia anterior por corrupción de la obra pública, una posición que modificó años más tarde.

Volvió al recurso de cargar las tintas contra medios de comunicación: «Nadie sabe de dónde salen las cifras que dicen», en referencia a los montos de la supuesta corrupción que se juzga. En el noveno alegato, Luciani aseguró que el desfalco contra el estado fue de más de 5 mil millones de pesos.

Luego citó una declaración del interventor de Vialidad en Santa Cruz, Leandro Martín García, también durante el gobierno de Cambiemos. “No encontré ninguna situación anómala”, citó CFK sobre las palabras del ex funcionario. “Con Iguacel le quitaron las obras a Austral Construcciones y quedaron paradas”, agregó.

Mencionó el funcionamiento de un dispositivo judicial creado «desde Casa Rosada» por el ex presidente Mauricio Macri. “Fabián Rodríguez Simón amenazó a la procuradora Alejandra Gils Carbó para que renuncie”, aseguró sobre el prófugo conocido como «Pepín». Posteriormente mostró una fotografía del ex integrante del Parlasur con Elisa Carrió (denunciante) y la diputada Mariana Zuvic.

También habló sobre la denominada «Gestapo macrista», luego de que se filtrara en 2021 un video del exministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, Marcelo Villegas, hablando de crear un grupo para apresar a dirigentes gremiales.

«Mi sorpresa es que mi supuesto socio, Lázaro Báez, tiene sólo tres mensajes con López. Y también con que Nicolás Caputo, hermano de la vida de Macri, tenía mensajes con López y José Fredes Amilcar», mostró CFK en una serie de archivos.

En esos mensajes se habla de suspender un pago a la empresa brasileña Odebrecht, juzgada y condenada por distintos grados de corrupción con el Estado.

También se refirió al soterramiento del ferrocarril Sarmiento y un decreto que ampliaba el presupuesto para la obra firmado en 2016 por la vicepresidenta Gabriela Michetti. «45 mil millones de pesos fueron para una obra que había sido licitada con la condición de que sea financiada por empresas. El Estado cambia las reglas y perjudica al erario público», expresó la titular del Senado.

De acuerdo a su testimonio, la empresa IECSA, que fue propiedad de la familia Macri, fue la beneficiaria de ese monto. Cuando asumió en la Casa Rosada, el ex presidente afirmó que había vendido sus acciones para no generar conflicto de intereses.

«Luciani dice que estuvo meses revisando los chats, ¿no vio esto?», dijo sobre los diálogos entre López y Caputo, remarcando su nivel de familiaridad en el trato. «¿Cuáles son los criterios de Luciani y Mola?», se preguntó. El último registro de una charla entre ambos fue cuando se disputaba la PASO donde triunfaría Mauricio Macri, en agosto de 2015.

«Cuando Luciani dice que si aprieta sale pus, es de ustedes, los macristas», cuestionó citando una frase del fiscal. Y añadió, «no hay partidos militares, pero sí judicial, que es para desplazar a los gobiernos populares. Pero acá hay un paso más, protegen a los que verdaderamente roban en el país».

En uno de los tramos salientes del discurso de hora y media, la vicepresidenta puntualizó que «si naciera 20 veces, 20 veces haría lo mismo. Este Tribunal no es de la Constitución. El papá del presidente del Tribunal (Rodrigo Giménez Uriburu) postea contra mí en el espacio de Liverpool, y fue funcionario de Galtieri», agregó. «Es un juicio al peronismo», aseguró.

Una vez más, eligió la defensa política. Ante el pedido de la fiscalía de doce años de prisión dijo: “Me pidieron doce años por los doce años de los mejores gobiernos de la historia argentina” desde el retorno a la democracia, “el de Néstor Kirchner y dos míos y lo digo con números, por cada año gestionado me piden un año de condena”. No tuvo en cuenta el gobierno actual, de hecho habló de la crisis económica.

Cabe mencionar que desde el día anterior estuvo rodeada por militancia kirchnerista. Hubo vigilia en su domicilio de Recoleta (continuaron el martes) y la siguieron hasta el Congreso.