Las críticas que el presidente Javier Milei dirigió a las Naciones Unidas en su primer discurso ante la asamblea de la ONU merecieron cuestionamientos de todo el arco político. Con matices, exfuncionarios y diplomáticos de distintas vertientes afirmaron que la pelea frontal contra la organización internacional “no trae beneficios” al país, y de hecho lo vincula, aun involuntariamente, con Rusia o Nicaragua, países igualmente críticos, aunque por otras razones, de planes como el Pacto del Futuro.
“Fue bueno el reconocimiento a la ONU, y buenas sus críticas a sus errores. Pero considero pésimo disociarse de la agenda aprobada por 143 países dijo el exembajador en Washington Diego Guelar, quien consideró “el repudio a los desafíos del siglo veintiuno” como “un verdadero acto fallido” del Gobierno.
En un sentido similar se expresó ex vicecanciller del menemismo Fernando Petrella. “Criticar a Naciones Unidas porque no puede lograr la paz en los conflictos es como criticar al Código Penal porque no impide delitos, o al Código Procesal Penal porque los peces gordos zafan”.
Un diplomático con responsabilidades en el gobierno de Cambiemos afirmó que “la crítica en general no está mal. No querer ser parte o votar en contra de una agenda común no tiene sentido”. Y agregó que cuestionar a la ONU “choca contra la búsqueda del déficit cero y retrasa inversiones y apoyos”. Por otro lado, valoró que el Presidente no enfrentó discursivamente a China,
Otro político que tuvo funciones diplomáticas eligió la ironía, al calificar a Milei como “profeta incomprendido”. Y le adjudicó “un cierto esfuerzo por ‘marketinear’ sus ideas estrafalarias”.