Una definición aproximada de Lola Bhajan (32) podría ser que es una artista dúctil: música, escritora, fotógrafa, performer. “Me gusta trabajar de a dos, no sólo tengo un dúo, sino que me gusta trabajar con varias personas”, cuenta a Guía Sexus y enseguida aparece en la charla el dúo fusión con Enanomalhecho.
Invitada a dar un paseo por su pasado, Lola recuerda que “el tema de la fotografía fue porque mis padres me regalaron cuando tenía 16 años una cámara digital y empecé a usar esa herramienta”, y agrega que “también, la herramienta tecnológica la uso desde que era muy chica”.
De hecho, remarca que ese vínculo temprano con la tecnología “es lo que me conectó con el mundo, y eso me llevó a ser artista, el deseo de conocer el mundo”. En el presente transita un momento de mayor madurez: “Ahora le estoy dando una estructura. Está bueno armar tus propias estructuras, porque son necesarias”.
¿Cómo definís tu música?
-Mi camino empezó con el canto con caja del norte argentino, que es una música antigua, que arranca antes de la colonización. Tiene una historia, que está un poco invisibilizada. Cuando la escuché por primera vez, a los 24 o 25 años, me pegó mucho, me empecé a cuestionar un montón de cosas, como el tema de los pueblos originarios, y se abrió algo vinculado con las raíces.
Mi abuela paterna nació en Tucumán. Supongo que la vida me cruzará con mi familia.
Tenés un libro, Lola Cruda – como el blog -, ¿cómo fue esa experiencia?
-Salió el año pasado. Ahora que hay una visibilización trans hay que aprovecharla. Yo escribo desde muy chica, porque al mismo tiempo que me regalaron la cámara digital ya había vivido varias historias. Mis inicios sexuales fueron a los 13 años, muy chica, sola, sin ningún cuidado de adultos. A los 16 ya había leído al Marqués de Sade y me interesó esa forma de narrar cosas más oscuras. En ese momento no era consciente de lo que vivía; hoy lo veo como abuso, pedofilia.
El libro es una recopilación de los 13 hasta pasados los 20. Como saqué ese libro que tiene que ver con mis inicios en la sexualidad, ahora estoy escribiendo otras cosas, más espirituales.
¿Cómo va este año, con pandemia, el trabajo?
-Tengo mucha suerte. Pero tuve unos meses difíciles, me cortaron el gas, murió mi padre, pasaron muchas cosas. Ahora se viene fin de año, lo peor pasó, se reactivó la agenda. El último show fue en marzo. Dentro de poco me van a ver en la Televisión Pública, voy a estar en el Centro Cultural Kirchner, por el mes del orgullo.
Al recorrer tus redes se percibe que tu cuerpo es un instrumento con el cual también transmitís mensajes…
-Sí, y que está en constante transformación. De chica tenía problemas con el cuerpo, sufría cuando mutaba. Tenía alergias. Hoy, analizándolo, creo que tiene que ver con la identidad. Siempre me vi como una fémina, no con el papel que me habían puesto, de varón. Al no poder ser yo misma, como estaba en mi cabeza, me dejó secuelas, de esa época que vivía como dos vidas.
¿Te identificas como una chica trans?
-Entiendo que este es un momento de visibilización y hay que aprender un montón. Después de muchos años de trabajarlo y que me molesten muchas cosas, hoy digo que lo que vale es la intención de las personas.
En un vídeo dijiste que menos mal que nunca te operaste, ¿por qué?
-Más allá de algunas inconciencias, era libre. Por más que me haya sacrificado por algo que hoy veo que era el deseo de los otros, lo disfruté también. Traté de estar equilibrada emocionalmente.
Lo pensé mucho, a veces no me dejaba dormir. Estoy agradecida de no haberlo hecho.
¿Cómo manejas la mirada de las otras personas?
-Obviamente me afecta, pasa que con los años eso se modificó. Hoy me siento muy segura de mí misma, y siento que está bueno decir las cosas. Guardarte cosas te enferma.
Cuestionas el término “inclusión”, ¿a qué se debe?
-Es como que estamos en el segundo lugar, que no tenemos decisión. Como que más allá de que se quieran hacer los copados, nos ponen en un lugar de minoría. Minoría de qué, yo también soy mayoría en algo.
¿Buscás asesoramiento con tu imagen?¿Cómo te ‘lookeas’?
Me encantaría asesorarme. De a poco voy a conseguir sponsor y diseñadores, ya es hora. Pocas veces voy a comprar ropa, me regalan mucho, además, de mi mamá heredé muchas prendas. Desde chica, con lo que tengo armo un look, tengo como un don para combinar. Hay que tener creatividad para vestirse.
