Alberto Fernández afirmó este miércoles, en el Parque Colón contiguo a la Casa de Gobierno, que se pondrá «al frente» de la discusión política para que «el Presidente o la Presidenta» que asuma en diciembre de 2023, tras el proceso electoral del año próximo, sea del Frente de Todos (FdT) y no parte de quienes «entregaron al país y lo pusieron de rodillas».
El mandatario celebró el tercer aniversario de su gobierno, con un acto con alrededor de 500 invitados. Sin embargo, hubo ausencias notables de dos de los tres principales socios de la coalición, Cristina de Kirchner y Sergio Massa, quien llegó cuando terminó el acto, como así también la de Eduardo “Wado” De Pedro.
En cambio formaron parte del acto las Abuelas de Plaza de Mayo, en la figura de Estela de Carlotto, y gran parte del gabinete nacional. Tampoco hubo presencia de más gobernadores afines que la de Osvaldo Jaldo.
Los organizadores procuraron que el escenario esté colmado por representantes de la sociedad: una enfermera, militares que reportan en la Antártida y en el sistema de manejo del fuego, un guardaparque, una afiliada al PAMI, un guarda tren, investigadoras del Conicet, un fabricante de motos y autos, un representante de laboratorio, una docente de escuela técnica, becarios de distintos programas de Educación y una empresaria turística.
Fernández optó por un discurso bien político partidario. «Les garantizo que voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza política para que a todos incluya, que a nadie excluya, donde todos tengamos lugar, donde todos somos necesarios»; y expresó que será el «más solidario con la compañera injustamente perseguida», en referencia a la vicepresidenta Cristina Fernández.
También prometió que no dejará que «en la Argentina una vez más se diga que los derechos humanos son un negocio», ya que «el dolor de estas madres y estas abuelas no son un negocio» sino «la verdad viviente de lo que debimos pasar en esta Argentina macabra».
«Compañeros empezamos el cuarto año, transitémoslo con mucha fuerza. Vamos a ganar unidos y por el bien de la Argentina», concluyó su discurso en una arenga de campaña electoral.
Durante todo su mensaje, el Presidente hizo un repaso de los logros de sus tres años de gestión que se cumplieron el pasado sábado 10, dijo que es «un día para la reflexión colectiva» y recordó que cuando Cristina Fernández le propuso que fuera candidato nunca pensó los hechos que ocurrirían después como la pandemia y la guerra en Ucrania.
«Hace una semana vemos cómo el sistema de medios puede tapar una noticia pero en realidad hace 3 años venimos viendo cómo se tapan las noticias que hacen el desarrollo del país», dijo, en su primera referencia luego que se conociera el viaje que realizaron en octubre pasado a Lago Escondido un grupo de jueces, funcionarios porteños y referentes de medios de comunicación.
Luego, el mandatario volvió a mencionar el tema cuando renovó sus cuestionamientos a parte del Poder Judicial: «Para nosotros, la República es valor. Tiene que funcionar bien el Poder Judicial, que no ande en el Lago Escondido sino que haga Justicia», expresó.
Al hablar de su estilo de conducción, Fernández dijo también que «el liderazgo no se ejerce gritando ni golpeando la mesa», sino «convenciendo a todos» ya que «el diálogo sirve mucho más».
Por otro lado, al referirse al reordenamiento de los planes sociales encarado desde el Ministerio de Desarrollo Social, Fernández remarcó que «más allá de lo que escriban los diarios, nunca vamos a dejar de lado la asistencia a quien la necesite, pero vamos a hacerlo bien».
En otro tramo, admitió que «hay un rebrote de Covid» en el país, pero aclaró que «no ocupa camas de terapia intensiva ni exige respiradores artificiales», ya que la inmunidad que se logró entre la población argentina «es muy grande» gracias a las vacunas.
En sus cuestionamientos a la oposición, volvió a referirse a Macri -sin nombrarlo- cuando recordó, «quiero poner en valor lo que fuimos capaces de hacer porque han tratado de convencernos de que somos un país sin destino. Lo ha dicho un expresidente por el mundo dando conferencias, que la Argentina es el país de 70 años de frustración».
«Eso no es la Argentina, sino el país que tiene la salud pública que envidia toda Latinoamérica y de Latinoamérica vienen todos a educarse con la educación pública y donde los que trabajan discuten sus salarios y tienen sus aguinaldos y sus vacaciones pagas», insistió.