Con la impotencia por el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de San Martín aún flotando en el aire, en el cual absolvió al excura Carlos Eduardo José, acusado de abuso sexual infantil, el sábado 13 hubo una nutrida convocatoria de repudio y concientización, con epicentro en la plaza ubicada frente a la escuela – parroquia San José Obrero.
Mientras la policía estaba apostada frente al colegio, las personas allí reunidas exhibían carteles y pancartas pidiendo cárcel para el denunciado. Las víctimas y sus familias no ocultaron sus emociones encontradas. Y luego de algunas palabras, la actividad finalizó con una ronda alrededor de la plaza, acompañada por cánticos.
Mailin Gobbo, la joven que llegó hasta el juicio oral, en diálogo con Guía de Noticias mencionó que se encuentra en instancias de la presentación del recurso de apelación a la prescripción. “Trato de no tener expectativas, pero creo que después de todo este movimiento social, algo va a cambiar”, y agregó, “voy a agotar todas las instancias, no sólo para avanzar con mi caso, sino para que siente jurisprudencia en la provincia de Buenos Aires”.
Consultada sobre el excura contestó: “No tengo nada que perdonarle, la herida está y no se va a ir más”, sin embargo destacó que “todo ese dolor lo pude transformar en esta lucha por mí y por las chicas. Cuanto más intentan silenciarme, es cuando más voy a alzar la voz”.
Aclaró una vez más, “los delitos no prescriben, las secuelas continúan en nuestros cuerpos y mentes”, por eso “hay que concientizar también a los adultos, para que tengan cuidado con sus hijos, que haya más registro y, sobre todo, que les crean cuando pueden hablar”.
Además, en la convocatoria sobrevoló el enojo con la institución. Mailin reveló que “ni en 2009, ni 2017, en ninguna circunstancia se acercó la escuela. Al contrario, a las alumnas que creían en nosotras, las silenciaron”. “Esperaban que la Justicia dictamine; y si bien no dictaminó que es inocente, la escuela no salió tampoco a pedir perdón”.
Se sabe que hay más casos de abusos. “Las familias no les creen, viven en comunidades muy católicas, no se animan a hablar”, son algunas de las situaciones por las cuales pasan las víctimas. Contra todo eso lucha el colectivo #Bastadeabusosexualenlasinfancias.
