Intendentes y legisladores de las tres bancadas peronistas mantuvieron reuniones informales y cruces telefónicos. Y, luego, en las oficinas porteñas del Banco Provincia fueron recibidos por los ministros Joaquín De la Torre (Producción) y Hernán Lacunza (Economía). Un armador político y un cuadro técnico.
Durante ese encuentro hicieron algunos planteos concretos y puntuales. Se trata de pedidos que exigen algunos intendentes y sectores del peronismo que se muestran más duros con el gobierno de María Eugenia Vidal. De todos modos, ya existe un acuerdo con un sector del peronismo que se aglutina en el Grupo Esmeralda.
Ese acuerdo cierra en 52.000 millones la autorización de endeudamiento y crea un fondo para obras de infraestructura por 8.500 millones que controlarán los 135 intendentes.
Los temas puntuales planteados tienen que ver con la solicitud de aumentar el porcentaje de Ingresos Brutos al juego. La idea sería ir más allá de los dos puntos que desde el Ejecutivo aceptaban aumentar.
En el peronismo hubo hermetismo luego de la reunión. «Le llevamos una propuesta. Ellos quedaron en contestar», dijo el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo. “Nosotros tenemos voluntad de acordar para que las cosas vayan bien”, agregó.
En las próximas horas, el Ejecutivo dará una respuesta a los pedidos del peronismo. Una respuesta positiva podría derivar en que gran parte de los tres bloques levanten la mano para votar el presupuesto con sus puntos más delicados: el endeudamiento y la reforma impositiva.
Durante el fin de semana hubo avances clave. El Ejecutivo aceptó bajar los pedidos de endeudamiento de 92.000 a 52.000 millones, una propuesta es casi imposible de rechazar para el peronismo. A eso se suma un fondo para obras superior al del año pasado. Y, se sabe, los jefes comunales estarán en 2017 más necesitados que este año de recursos.