Dijo Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, luego de asumir su presidencia: “Juntos vamos a construir una economía que recompense el trabajo, no sólo la riqueza. Una economía que trabaja para la columna vertebral de este país, las personas que se levantan todos los días para trabajar duro para proporcionar sustento a sus familias, que sólo buscan un poco de respiro”.

Describe una realidad que la mayoría de los argentinos deseamos desde hace mucho tiempo que nuestros políticos practiquen en sus gestiones. Romanticismo, para muchos que han perdido la cabeza por amor, bueno, lo que justamente no van a leer son palabras románticas en la columna de hoy.

Tiempo de descuento para el proceso eleccionario que ya comenzó, los contenidos comunicacionales seguro tomarán forma en las sombras, para una vez definidos los candidatos, que cada uno de ellos salga a seducir al electorado.

¿La clave?

Definir qué vas a decir y dónde, para de esta forma llegar a cada ciudadano. Cabe aclarar que sobre todo dentro de nuestra sociedad todos aquellos menores de 40 años necesitan una propuesta concreta, clara, que los haga sentir que se los tiene en cuenta, que se interpreta su realidad. Hoy, ellos quieren escapar a la obligación de no votar al más malo o votar al menos malo, desde su apreciación.

Considerar el orden de prioridad en las preocupaciones actuales de los diferentes electores es el secreto para arribar a los resultados deseados por parte de los frentes políticos, siempre.

Está muy cerca el fracaso de gran parte del arco político. Sólo pasaron dos años desde la última elección presidencial (2019). Muchos marcaron que el último gobierno opositor al peronismo, en este caso el frente Juntos por el Cambio, fue el primero en terminar su mandato; también debemos destacar que sólo pudo gobernar un período, representaban nuevos aires y proyectos políticos para el futuro de la Argentina, podemos decir que como mínimo fue poco rentable.

¿Por qué? Llevó prepararse unos diez años, aproximadamente, y tener que cerrar su debut con una despedida inmediata con tan solo un período de mandato (2015-2019). Esto dejó reflejado que su gestión en algo falló, tanto en su preparación como en la ejecución, quién más que los argentinos lo sabemos.

Barajar y dar de nuevo, eso percibimos frente a los acontecimientos en nuestra región, estamos ante una inminente elección en los próximos 60 días y sabemos que se dirimen internas dentro de los posibles frentes a presentarse como opciones en septiembre.

Elegimos legisladores, sabemos qué significa ser legislador, qué hace y qué capacidades debe tener.

Muchos son los temas sensibles para abordar e intentar mejorar dentro de nuestra sociedad, tener lectura de ellos, establecer prioridades y contar con la experiencia para resolverlos son alguna de las variables a considerar para acercarse a resultados positivos, lo demás es para seguir fracasando.

La realidad refleja el malestar que hoy se respira en nuestra población respecto de quienes representan la política para el ciudadano común, estamos frente a un momento sensible por todo lo que se estuvo viviendo tanto en lo inmediato por la pandemia y nuestra cuarentena, como también lo ocurrido en los años pos 2015 con la economía Argentina.

Un desafío y situación compleja por delante. ¿Lograremos sobrevivir al canto de sirenas? Nuevamente estamos frente a una disputa de personajes más que al de plataformas políticas a medida de nuestras necesidades como sociedad, continua prevaleciendo el interés individual antes que el colectivo.

Por eso, los grandes problemas que tienen a la vista en el frente Cambiemos a nivel regional AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), la relación entre los candidatos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires, el problema de fondo podemos definir es querer comer el postre antes de comer el plato principal, algunos están mirando el 2023 antes que la coyuntura actual; decía algún sabio por ahí, primero lo primero.

En el caso del Frente de Todos la mayoría entiende que deben mantenerse ordenados y si hay asperezas dirimirlas a puertas cerradas. ¿Su fortaleza? La dinámica con la cual abordó el territorio para resolver la pandemia, algunos dirán bastante bien, para otros no tanto, como decía el juego, veremos, veremos, después lo sabremos.

Las propuestas de centro, como en pasadas elecciones, tendrán que ver cómo asumen ese rol y qué forma adoptan para seducir al electorado decepcionado de un lado y del otro de la grieta, nada sencillo de realizar y sostener como hemos visto de 2013 a la actualidad.

En síntesis, seguiremos viendo una contienda de personajes más que de ideas, esto es lo que reflejan y proponen nuestros representantes políticos en su mayoría.

@edunobreleite