Una larga jornada de protesta de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) culminó cuando alumnos, profesores y trabajadores izaron una bandera argentina y cantaron el himno nacional en el terreno que el Gobierno pretende entregar a la empresa Nuevo Central Argentino. En el sitio, lindero a la estación Miguelete del Tren Mitre, la institución proyecta edificar un anexo de su escuela secundaria.
Embanderados bajo la consigna “no a la entrega de los terrenos”, e iluminados con los celulares porque ya había caído la noche, los estudiantes de la secundaria, en su mayoría provenientes del Área Reconquista, pisaron el terreno como propio. Cantaban con entusiasmo “venimos del barrio a la universidad”.
“Tenemos una alegría inmensa los de la Escuela Secundaria Técnica, porque nos sentimos abrazados, y porque en este lugar va a estar la segunda parte de la escuela”, afirmó su director, Martín Perdriel, y desató la algarabía de los cientos de movilizados. “La UNSAM durante mucho tiempo soñó con esta escuela para los pibes y hoy es una realidad para que los chicos de Suárez puedan sentirse cómodos”, indicó; sin embargo pidió “estar unidos porque nos quieren cortar el sueño de los pibes. Toda la universidad está tocada”.
Una resolución de la Agencia de Administración de Bienes del Estado determinó la entrega de un lote de 12 mil metros cuadrados a NCA (Nuevo Central Argentino), ligada al emporio aceitero AGD. La empresa posee actualmente los ex talleres de Colegiales, del ferrocarril Mitre, pero como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planea urbanizarlos, recibiría en compensación el terreno de Miguelete.
Sin embargo, en ese predio la UNSAM había proyectado la construcción del anexo del secundario técnico, laboratorios y un playón deportivo. La profesora Melina Pedelak explicó a Guía de Noticias cuál es la meta de crear un edificio allí. “Cuando los chicos y chicas accedan a la fase superior de los estudios secundarios cursarán insertos en la comunidad universitaria. Podrán ver qué carrera seguir”. De perder los terrenos “para los pibes del fondo de Suárez va a ser muy difícil insertarse en la última etapa de su formación secundaria”.
Oriel, estudiante de tercer año, dijo que “le gustaría terminar la escuela en este lugar”. “Hacer la secundaria acá es mucho mejor que en otras”, consideró el adolescente. La Técnica, como también se la conoce, fue abierta hace cinco años, y tiene como meta la inclusión social de los jóvenes de las zonas más postergadas de San Martín. Los títulos que ofrece son la Tecnicatura Industrial en Procesos y el Bachillerato con orientación en Ciencias Naturales.
LA PELEA LEGAL
Mientras, el rectorado negocia con el Gobierno. Ezequiel Martínez, secretario General del sindicato APUNSAM (trabajadores no docentes), explicó que “las autoridades presentaron un recurso de revisión para que se cambie la resolución de la AABE. La comunidad universitaria apoya las gestiones y por eso se muestra en esta manifestación”.
Martínez tiene la esperanza que las movilizaciones visibilicen el problema, pero no renuncia a las negociaciones. “Creo que todo proceso necesita de un diálogo. Cuando se agote veremos las acciones que tomaremos”.
Por su parte, la Municipalidad de San Martín emitió el decreto 1560/18 en el que rechazó la decisión “inconsulta” del Estado nacional y reafirmó que el lote en disputa fue establecido con “destino educativo”. Según un comunicado oficial, el municipio “notifica a la Agencia de Administración de Bienes del Estado la imposibilidad de afectar los terrenos a otros fines que no sean de carácter educativo o cultural”.
El intendente Gabriel Katopodis ante este medio recordó que “por medio de una Ordenanza decidimos afectar esos terrenos en uso exclusivo para la educación y equipamiento cultural”, por eso, “mientras esté vigente, no vamos a permitir que se construya ni que se desarrolle otro tipo de actividad”. “Nos plantamos en contra de cualquier recorte a la educación pública, de las oportunidades para que los chicos aprendan con calidad, y también en contra de los negocios inmobiliarios que quieren afectar la educación pública”, sentenció.
Varios centenares de personas colmaron el patio del Edificio Tornavías, el más característico del Campus Miguelete. El movimiento estudiantil, los gremios de docentes y no docentes de la institución recibieron el apoyo de organizaciones políticas y sociales, y de figuras representativas de buena parte de la comunidad sanmartinense. De parte del gobierno local, además del jefe comunal, estuvo presente buena parte de su gabinete.
Del sector político “abrazaron” la UNSAM el Movimiento Evita con el diputado nacional Leonardo Grosso; el kirchnerismo con los concejales Hernán Letcher y Ulises Lobo; y el Frente Renovador con Juan Eslaiman.
Asistieron también representantes de Libres del Sur y la CCC; del sindicalismo se movilizaron SUTEBA, UDOCBA, UOM, Bancarios, Trabajadores del Cuero y de Comercio. Asimismo dijeron presente de la CTA Autónoma y de los Trabajadores.
