Trabajadores de PepsiCo nacionalizan el reclamo

Los despedidos pidieron en el Obelisco que “se garanticen todos los puestos de trabajo". Audiencia en el Congreso y denuncia de un plan de precarización.

Hace casi 15 días, una frío cartel pegado en la puerta de la fábrica los notificaba de su despido. Desde entonces, los trabajadores de PepsiCo Florida permanecen movilizados para que se recuperen los cerca de 600 puestos de trabajo. A pesar de la frustrante negociación con la empresa trasnacional que ratificó el cierre de la planta, y de la tentadora indemnización ofrecida, la comisión interna encabezó diversas acciones de protesta que visibilizaron el conflicto.

Como parte de lo que denominan «Jornada nacional de lucha», desde temprano cortaron la zona del Obelisco porteño, en conjunto con agrupaciones sindicales y paridos de izquierda. A las 13 horas participarán de una audiencia pública de la Comisión de Legislación Laboral, gestionada por la diputada del FIT Natalia González y la dirigente Myriam Bergman.

Los despedidos vienen desarrollando una estrategia para nacionalizar el conflicto desde la semana pasada. Por eso tomaron las instalaciones de la empresa y cortaron la Panamericana, como días antes Callao y Corrientes. También protestaron frente a la Municipalidad de Vicente López, donde los recibió el secretario de Gobierno, Enio Vittorini, que prometió asesoramiento legal. Hasta pusieron carteles frente a las cámaras del casamiento de Lionel Messi, un evento a nivel global.

«ES UN PLAN POLÍTICO»

Desde la comisión interna, altamente politizada en los últimos años, acusan a los responsables de la firma PepsiCo Snacks Argentina de concretar en la fábrica de Florida  un «cierre fraudulento». Camilo Mones, delegado, explicó a Guía de Noticias los argumentos que desarrollarán en la audiencia del Congreso.

«Sostenemos que la empresa puede producir, de hecho las instalaciones están intactas dentro de la fábrica. PepsiCo es una trasnacional que no da perdida, más aún, el año pasado dio miles de millones de ganancia», afirmó. «Queremos demostrar que es un cierre fraudulento, no tienen crisis. En realidad quieren desarmar una organización obrera como la que se fue afianzando dentro de la fábrica y bajar costos laborales contratando en el futuro a personal temporario de agencias que luego puedan echar sin indemnizaciones», disparó.

Pero, no todos los obreros y sindicalistas comparten esta visión, sino que desde el gremio de la alimentación acusaron a los operarios más combativos de hacer un «caldo gordo a la patronal» con asambleas y protestas sistemáticas desde hace años, con los consecuentes despidos.

Mones responde a estas acusaciones que «muchos compañeros repiten el argumento de la empresa. Son los de la lista verde del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) que dicen eso para disculpar a la patronal de los despidos», pero «el secretario general, Rodolfo Daer, nos entregó seguramente por una suma millonaria, no sólo a nosotros sino a todo el gremio de la industria alimentaria», remató.

La comisión interna va más allá con sus críticas y la llevan a un plano nacional. Afirman que los despidos masivos en todas las ramas de la industria responden a un plan del oficialismo encabezado por Mauricio Macri. «No hay una crisis en las grandes empresas, más bien es un plan político del Gobierno, que tiene la colaboración de la CGT, y al peronismo como cómplice», lanzó Camilo Mones. Y detalló que «buscan avanzar sobre las paritarias y los convenios colectivos, mientras las grandes empresas aprovechan para reestructurar echando personal para luego precarizar bajando costos laborales».

A pesar de estas posiciones, en el cuerpo de delegados admiten que casi 200 de sus compañeros ya firmaron una indemnización por una suma superior a lo legalmente establecido, que la empresa ofreció oficialmente a los cesanteados. «Esos importes sólo demuestran que PepsiCo no tiene crisis», replican.

Esos argumentos son compartidos por otras organizaciones obreras, como ATE, FOETRA, UTE-CTERA, Ferroviarios de Haedo, ADEMYS, entre otras que suman su solidaridad a los despedidos de Florida y se sumaron a la acciones de protesta. Además, colectivos culturales y artistas mostraron su apoyo a través de un festival realizado en la planta fabril el último fin de semana.