Desde Girona, en la región de Cataluña en España, la argentina Anabella González Caputo cuenta a Guía Sexus cómo afecta la pandemia por el Covid – 19 a esa comunidad. A partir del relato de esta psicóloga de 33 años (matrícula 21353), son innegables las semejanzas con nuestra cultura y coyuntura social.
Anabella migró con su familia hace casi 20 años y tiene hoy todo un recorrido lejos de Argentina. Está especializada en Psicología Positiva, que se basa también en la rama cognitiva – conductual, pero investiga lo que funciona de la mente, no hace foco en la patología.
Además de tratar el desarrollo personal, trabaja en una empresa del sector textil en Recursos humanos. A partir de esta experiencia, comenta también en esta charla cómo persiste la brecha laboral entre varones y mujeres, y cómo a ellas las angustia la recarga de tareas.
¿Cómo vivís en el consultorio este año de pandemia? ¿Se dispararon nuevas patologías o agudizaron problemas pre existentes?
Gestionar esta pandemia es muy complicado. Desde el colectivo de los psicólogos vemos que se está subsanando todo lo que respecta a la salud física, pero la salud mental va cada vez peor. Ya veníamos de una sociedad que estaba cada vez más individualista; más conectados por la tecnología, pero más desconectados desde lo físico. Ahora nos encontramos con mucha gente que se siente sola, que no tiene en quién volcar toda la angustia. Por otro lado está la sensación de la pérdida de seguridad en la cobertura de las necesidades básicas.
(…) Hay muchas consultas de mujeres con dificultades de identidad de roles, porque suelen cargar más con todo y están al borde del colapso porque no llegan con todo lo que se les pide.
A partir de los aislamientos por el Covid – 19, ¿hay más personas que no quieren abandonar sus casas porque sienten que sólo ahí están seguras?
Sí. Se dio incluso en gente que no tenía una psicopatología previa. Hay casos en que sienten angustia, ansiedad, por salir a la calle y tener contacto con el mundo real. Hay que entender que es normal, porque nos están alertando que hay un peligro ahí afuera, entonces la mente evita ese peligro. Lo que hablamos con quienes les pasa esto es ser muy conscientes de las medidas de seguridad, ver qué puedo controlar.
Respecto a tu trayectoria en el área de Recursos Humanos, ¿persiste allí la brecha laboral entre mujeres y varones?
Trabajé en consultoría para varias empresas y es increíble las diferencias de género que encontrabas cuando te pedían un tipo de perfil u otro. Las cosas cambiaron muy poco. Normalmente, en Cataluña, en puestos de responsabilidad 20 por ciento lo ocupan mujeres.
A la hora de elegir estudios, las mujeres se inclinan todavía por ramas de cuidados, carreras sociales, y los hombres, más por los números; eso hace que los hombres ocupen más puestos de administración de empresa, de ingeniería, que suelen tener salarios más elevados.
¿Crees que la maternidad aparece como un condicionante en el mercado laboral?
Lo encontré muchas veces. A la hora de seleccionar personal, cuando presentaba a una mujer que se podía deducir que iba a tener hijos en breve, si también presentaba un hombre, seleccionaban al hombre.
Sin embargo, ahora hay una medida que me pone muy contenta, la licencia por paternidad se iguala con la de maternidad, que son 4 meses. Y va a ayudar a que se contraten más mujeres.
¿El acoso sexual está naturalizado en los ambientes laborales?
Cada vez se trata de hacerle frente de una manera más activa, para que las mujeres se empoderen para denunciar cuando pasa; las empresas están obligadas a tener un protocolo de acoso sexual.
Además, como mujer te adaptas a ciertas cosas, como el uso de indumentaria. Sí me pasó de escuchar comentarios machistas.
¿Cómo es la situación laboral para personas trans, travestis?
Yo vivo en un pueblo de Girona y trabajo en otro pueblito. Acá ese tema no se vive en el día a día. No es lo mismo, por ejemplo, que en Barcelona. Nunca vino a una entrevista una persona trans, yo no tendría problema, pero no se presentan. Supongo que en un pueblo la gente se reprime más. De todos modos, creo que en las generaciones más jóvenes hay cambios, por como veo que actúan los adolescentes.